Humor de a tres y circo de a dos

“Somos un grupo de humor", gritaron al inicio de la función los muchachos de "Tamo Alorno" y dejaron en claro sus intenciones. La aclaración estuvo más ligada a alguna confusión sobre su actividad que a la necesidad de hacerle entender al público que las cosas que hacían en el escenario debían tener sus risas como respuesta.

El trío fue parte de una grilla muy atractiva de espectáculos que acompañó la noche del domingo en Tinglao Bar, el nuevo espacio de la costanera sur que promete mucha actividad para el año. Junto a los humoristas se presentaron el Dj Juan Topo, el ciclo "Poesía Permanente" y el "Dúo Chunca", que entregó la cuota de circo y se convirtió en lo mejor de la noche.

La innovadora propuesta de "Tamo Alorno" tiene pocos antecedentes en la provincia, por lo que su cruzada merece al menos ser vista. Los chicos demostraron en la presentación del domingo que, de a poco, van formando un público dispuesto.

Es sabido que el humor es una de las aristas más difíciles en el teatro, por lo que la aventura en la que se embarcaron los actores tiene más mochilas que vientos a favor.

Sin embargo, el espectáculo que presentaron dejó entrever buenas intenciones que —con un poco más de pulido— podría marcarles el camino del crecimiento. El ejemplo más claro es el cuadro en el que un psicólogo trata a dos pacientes que tiene un problema de "imitosis", que se vuelve múltiple a medida que avanza la escena.

Con la soltura suficiente como para sortear algunos problemas de sonido, los jóvenes se negaron a los malabares, mostraron su conexión con la música con una "batalla de gallos", en la que en vez de rimas hubo picoteos y una cumbia estrellada; y hasta jugaron a la irreverencia al exponer la grabación en la que Carlos Menem prometía viajar a cualquier lugar del mundo en una hora y media vía estratósfera.

Un recital de poesía y un dj set completaron la jornada del domingo en el bar de la costanera sur.

Tras el paso del trío llegó el circo con "Dúo Chunca", la compañía que empezó muy arriba con un juego de antorchas que iluminó el amplio patio del establecimiento y, de entrada, se ganó la sorpresa del público.

Entre malabares y menciones a "Mafalda" y a "La Mona" Jiménez, la dupla penduló entre Córdoba, Buenos Aires y San Luis tanto en los acentos que utilizaron los personajes como en la descripción del paisaje y de las cosas que les suceden.

Para reafirmar el sentido de identidad, el grupo (que tuvo un verano muy activo con actuaciones en bares de la provincia) cerró su espectáculo con un recitado de José Luis Aguirre, que no solo sirvió para explicar su nombre, sino también para demarcar de qué lado de la geografía argentina prefieren estar.