"Un mundo en blanco y negro", de Fer Miranda

Las reglas básicas de la fotografía se encuentran en manuales de estudio o páginas de internet que entusiasman a cualquiera para que empiece a incursionar en la captura de imágenes. Pero la teoría y el conocer las técnicas específicas que utilizaron los grandes fotógrafos de la historia también son imprescindibles para formar artistas que plasman todos sus conocimientos y transforman su trabajo en una verdadera obra de arte.

De esto último, Fernanda Miranda es una convencida y para asegurarlo propone en su nuevo taller: “Un mundo en blanco y negro”, que indaga por la vida y obra de Henri Cartier-Bresson, uno de los fotógrafos más celebres de la historia, considerado el “Padre del foto reportaje” y el “gran ojo del siglo”.

El taller se realizará hoy a las 18 por la plataforma Meet y forma parte de las clases virtuales que se dictan semanalmente en Casa de la Cultura de Villa Mercedes. Los interesados podrán comunicarse por las redes sociales de la institución y pedir el formulario de inscripción para conformar la clase. El acceso es libre y gratuito.

Fernanda aseguró que tanto como la práctica, la teoría es fundamental para formar profesionales de la fotografía. “Indagar por los grandes maestros de esta disciplina nos lleva a pensar y repensar las nociones de la fotografía y principalmente nuestra propia mirada de cómo trabajamos”, explicó.

Para la profesora, “lo importante no es solo con qué sacamos la foto, sino el por qué y el para qué lo hacemos. Nuestra mirada es lo más importante para lograr verdaderas obras de arte”.

Miranda cuenta con una experiencia de casi diez años en el rubro y se considera una apasionada por el arte conceptual. En sus inicios se formó en la Escuela de Arte e Imagen de Villa Mercedes y al culminar sus estudios logró que su interés se transformara también en su fuente de trabajo.

Actualmente trabaja dentro de la Casa de la Cultura como tallerista y, aunque este taller está destinado a un público de diferentes edades, en los últimos años se vinculó con la enseñanza para niños.

“También trabajé como montajista para las últimas tres ferias del libro que se realizaron en mi ciudad y estuve en el equipo que montó las muestras de Mafalda, Caloi y Liniers. Una experiencia muy importante para mi carrera que me llenó de felicidad y expectativas”, recordó.

Por donde va, Fernanda lleva su cámara encima y sabe que, si algo le llama la atención, busca el momento clave para capturarlo. “Hice de la fotografía mi estilo de vida y fue la mejor decisión. Mis hijos saben que mamá siempre capturará los momentos más importantes y hasta los más desprevenidos donde encontramos la verdadera esencia de la imagen”, concluyó.