Maximiliano 'Rulo' Pérez presenta "Las historias jamás contadas en los cuentos"

Maximiliano “Rulo” Pérez en su show “Las historias jamás contadas en los cuentos”, relata experiencias personales vinculadas con algunos chistes de salón y termina con un espectáculo de malabares y recomendaciones.

Más allá de tirar clavas y pelotas a los cielos y divertir al público con un par de movimientos de mano, los malabaristas tienen una formación previa que los hace ser tan artistas como cualquier otro en rubros diferentes. De profesión y experiencia sabe mucho Maximiliano "Rulo" Pérez, que comenzó a los 14 años a interesarse en el  malabar y hoy es uno de los pioneros del arte en San Luis. 

De forma solitaria y con ganas de interactuar con el público, hoy abrirá la noche teatral en "Jipis de miércoles", el ciclo de teatro, música y feria que cada semana se realiza en Comuna, con su unipersonal "Las historias jamás contadas en los cuentos". El encuentro comenzará a las 19 con una nueva edición de la feria "Mamba negra", mientras que el show de Maximiliano será a las 21:30. A la medianoche se abrirá el "Club de los djs" para musicalizar lo que queda de noche. 

Además de Rulo, estará en escena el mago Leo Funes con su espectáculo "Show de magia despampanante". Los dos espectáculos serán a la gorra. 
Después de tantos años de trabajar en grupo, Pérez decidió realizar este espectáculo en solitario para afianzar su relación con el público y mostrar sus propias ideas sin demasiadas alteraciones. "Las historias..." es un show que relata experiencias personales de Rulo vinculadas con algunos chistes de salón y termina con un espectáculo de malabares y recomendaciones. 

"Es un proyecto de improvisación e información. Tiene mucha risa y cuentos dando vueltas pero también consejos, para que quienes quieran comenzar a caminar por el sendero del malabar lo hagan con responsabilidad y dedicación", expresó el artista. Y agregó que al finalizar la noche le contará al público cuáles son los elementos más importantes para comenzar a malabarear, los de mejor calidad y qué es lo que se tiene que hacer para que nadie sufra un accidente al practicar este arte. 

Más allá del chiste y la gracia que trae Rulo con su espectáculo, decidió de alguna forma educar a la gente desde su lugar para que el arte del malabar sea tomado con la seriedad y el profesionalismo que se merece. 

"Somos muchos los que nos dedicamos de lleno a esta disciplina y sabemos que no es una cosa que se aprende en tres días. Se necesita disciplina y conciencia, y los malabaristas somos los responsables de darle el prestigio a este arte tan completo", explicó. 

A los 17 años, Rulo comenzó a interesarse de lleno en el circo. Viajó, creció y se formó alrededor de las clavas y las pelotas y eso lo llena de orgullo. "Conocí muchas culturas y ciudades a través del semáforo y me di cuenta que se puede vivir del arte si se le toma la seriedad que se merece. Es lo que espero de los futuros artistas que vienen en el camino de la formación", concluyó Pérez, quien adapta su espectáculo según el público que esté del otro lado.