Cayó por un robo, lo liberaron y lo arrestaron de nuevo por lo mismo

Por segunda vez en menos de dos semanas, Nahuel Barroso está en un calabozo de una comisaría de Villa Mercedes, y por el mismo delito. El joven fue detenido el 22 de septiembre como uno de los sospechosos de haber asaltado un comercio de Villa Mercedes, del que sustrajeron casi 82 mil pesos. Pero a las pocas horas, por falta de pruebas, el fiscal a cargo de la investigación, Francisco

Assat, no tuvo otra alternativa que ordenar su liberación. Hasta hace unos días, cuando los policías de la Seccional 10ª reunieron más evidencias que terminaron de poner en jaque a Barroso, entre ellas, prendas de vestir muy similares a las usadas por los ladrones y el hecho, nada menor, de que una de las víctimas reconoció al sospechoso como uno de los asaltantes. Con todos esos elementos probatorios en su contra el hombre volvió a ser esposado.

El robo que esta semana podría valerle la prisión preventiva a Barroso, de acuerdo a lo que resuelva el juez de Garantía de turno, sucedió el viernes 2 de septiembre alrededor de las 22. Arian Escobar, el dueño de Multiventas Genaro, trozaba un pollo en la parte trasera de su comercio, ubicado en León Guillet 1043.

En eso escuchó gritar a su hermana Marina, quien estaba en el sector delantero del local. "¡Ari, Ari, Ari!", lo llamaba desesperada.

Escobar corrió hacia la mujer para ver qué le pasaba. Fue allí cuando se topó con tres delincuentes encapuchados, uno de ellos empuñaba un revólver.

"Dame la plata", le ordenó uno, en tanto el otro le apuntaba con el arma hacia la rodilla al comerciante. Escobar le entregó todo lo que tenía, 81.900 pesos.

Las averiguaciones que hicieron los efectivos de la Comisaría 10ª, a cargo del comisario Pedro Alaniz, a través del registro de las cámaras de seguridad y el relato de las víctimas, los condujeron a Barroso.

El 22 de septiembre allanaron su domicilio y el de otro vecino que frecuentaba, Buenos Aires 930 y 998. En el primero lo arrestaron a él y, en el segundo, incautaron "elementos de interés para la causa" y poco más de dos kilos de marihuana. Debido al hallazgo de la droga, también detuvieron a Franco Sosa y Esteban Carrillo.

Pero lo que secuestraron en lo de Barroso no fue suficiente para sostener su detención por mucho tiempo. Eso cambió con un segundo allanamiento en Buenos Aires 930. Esa vez los policías fueron con el detalle de las vestimentas que utilizaron los delincuentes. Así hallaron varios pantalones, buzos con capucha y pares de zapatillas que coincidían con las que vestían los delincuentes, refirió una fuente policial.