"Matilda, el musical": sueños en la era de TikTok

Un ramo de flores en los brazos de una madre con los ojos empapados de lágrimas al terminar la segunda función de “Matilda, el musical” fue el último indicio de que la obra fue especial tanto para el nutrido elenco como para los familiares y amigos de los actores y actrices que salieron felices de la sala "Hugo del Carril".

Un poco menos de dos horas duró la obra que pasó por diferentes emociones, pero la primordial fue el orgullo que se sintió al saber que habita en San Luis una generación de niños, niñas y adolescentes que apuestan al arte y busca en él un refugio cálido y seguro, como el que buscó Matilda, en sus libros.

Acompañados por un selecto staff de adultos que dejó que los chicos del Laboratorio de Sueños se explayaran durante todo el musical, la obra fue una adaptación al libro de Roald Dahl con guiños a los nuevos tiempos.

La historia se desarrolló en las locaciones que se describen en la versión escrita: la casa de la protagonista junto con sus rabiosos padres, la escuela de la temible directora Tronchatoro y la pequeña cabaña de la señorita Miel. Pero, por ejemplo, la pequeña lectora no sumergió su mente en “Moby Dick” o “El jardín secreto” como lo hace en la narración de Dahl. La nueva Matilda con solo cinco años ya conocía la saga de "Harry Potter" y "El señor de los anillos".

Los mismos guiños actuales se vieron en las escenas de los padres de Matilda. La madre, una quisquillosa mujer dedicada a su cuerpo y apariencia, quien fue uno de los mejores personajes de la noche, habló de TikTok, las prácticas de zumba y los eternos capítulos de las series que se encuentran en las plataformas de streaming.

El elenco infantil, conformado por 19 actores y actrices, mostró diferentes facetas. Una Matilda ingeniosa y resuelta; el famoso “Bruce Bolaños”, glotón y rebelde, con un gran carisma que no pasaba el metro y medio, y el resto de los pequeños que bailaron arriba de pupitres con coreografías dignas de un aplauso al finalizar cada cuadro.

Aunque por momentos la historia parecía ser eterna, el elenco logró que los espectadores mantuvieran la atención durante toda la función. Además interactuaron con ellos, los hicieron partícipes de las peripecias que los padres vivieron para que Matilda no naciera.

La participación de la tenebrosa, bruta y fea Tronchatoro, interpretada por Adriana Durigutti, logró meterse de lleno en el papel y sacar risas y burlas en todo el musical.

Redacción/MGE