El hermano bueno

Característico de Córdoba, el ritmo “tunga tunga”, que sale de los teclados y los acordeones cuarteteros, se siente en la sangre y en las piernas de quienes lo prefieren y lo bailan. Si a eso se le suma una letra pegadiza que hable de fiesta, amor y calor todo puede salir bien, como el domingo por la noche, el momento de la semana en el que la alegría llegó a la ciudad gracias a la música que trajo Ulises Bueno junto a su orquesta al espacio Royal Arena, en el sur de la ciudad.

El cantante logró reunir a los puntanos y puntanas en el amplio salón para que las caderas se contorneen de un lado al otro con sus canciones que mezclan letras románticas con un ritmo pegadizo e inconfundible.

Una de las claves del concierto, que comenzó pasadas las dos de la mañana y tuvo intervalos en el medio para el descanso de los músicos, fue el locutor de Ulises, encargado de presentar los temas, interactuar con el público y pedir palmas arriba al comienzo de cada canción.

Algo recurrente que hizo el pícaro personaje fue invitar al público puntano al concierto que tendrá el próximo fin de semana en el mítico monumental bailable “Sargento Cabral” en Córdoba, donde Ulises se presentará por primera vez, con expectativas de colmar el gigante y encaramarse en la elite del cuarteto nacional. También, el locutor nombró a las barras de fanáticos que llegaron a San Luis desde Mendoza y Buenos Aires.

Bueno, un tanto más distante en el trato con la gente, solo se dedicó a cantar y enganchar el repertorio de sus discos anteriores con las nuevas composiciones que lanzó hace pocos meses en las plataformas virtuales. Fue así que en el recital puntano se colaron canciones como “La magia” o “Me levanté”, que fueron presentadas como novedades. Sin embargo, los seguidores del cordobés le demostraron que ya se sabían las letras de punta a punta. 

La poca charla que tiene Ulises con la gente es un rasgo que lo caracteriza en sus recitales, sin embargo, el cantante no perdió la sonrisa de la cara y saludó con entusiasmo a quienes estaban en primera fila. También mostró complicidad con su banda, con miradas, bailes y gestos que demostraban que estaba a gusto con lo que veía desde el escenario.

Vestido de negro con una campera de cuero y su gorra a tono, además del cuarteto, el artista demostró su reconocido gusto por el rock, con un estilo desfachatado. En ese tren, hizo sus versiones de “Ese maldito momento”, de No Te Va Gustar, y “Astros” de Ciro y los Persas. Las dos canciones fueron interpretadas con su inconfundible ritmo cordobés.

“Qué será", "Las alas de mi amante", “Intento”, "Cuando quieras, quiero" y "Estoy hecho de pedacitos" fueron los clásicos que compusieron la extensa lista de temas en la noche puntana. Bueno, entre tanta letra romántica y algunas de desamor, no se olvidó de los famosos “Dale vieja, dale”, “Tomátelo con soda” y “Que culpa tengo yo”, tres de sus composiciones más fiesteras que levantaron, ya en la madrugada del lunes feriado, vasos y brazos de solteros y amantes de la noche.

La fiesta bailable de Ulises estuvo tranquila gracias a sus seguidores, que llegaron al salón pasada la medianoche y respetaron la fila de ingreso sin importar las bajas temperaturas que se instalaron en la ciudad durante las noches del fin de semana. Amigos, parejas, jóvenes y adultos se reunieron en un mismo lugar para vivir la fiebre “Ulisera” y todo salió de la mejor manera.