Un engaño que erotizó al mundo

Director: Paul Verhoeven
Protagonistas: Sharon Stone y Michael Douglas
Año: 1992

En su libro de memorias, Sharon Stone dio detalles de la escena que la convirtió en un símbolo del cine erótico de la década del 90. El más escabroso indica que fue engañada por el director para que se sacara la ropa interior al momento de filmar la escena del interrogatorio. Paul Varhoeven le prometió que sus partes íntimas no estarían en el corte final.

Es difícil abstraerse de la ausencia de ropa interior y es cierto que ese detalle fue el que le entregó a la escena su condición épica. Pero si Stone no hubiera tenido el gesto perfecto en su rostro, si el tono de voz no concordara con el de un susurro indicado, si la cámara hubiera estado algunos centímetros más arriba, posiblemente la escena sería una más de semidesnudez en medio de una película llena de intriga.

Sharon Stone interpreta a Catherine Tramell, una escritora de best sellers que relata en sus novelas los crímenes que ella misma comete y que la convierte en una asesina serial. Posiblemente, el personaje haya sido el más intrigante y sensual de la década. La investiga un policía interpretado por Michael Douglas, quien en la vida personal quedó seriamente afectado tras el papel, ejecutado apenas cinco años después de "Atracción fatal", el trabajo que lo convirtió en un adicto al sexo.