Aseguran que el consumo de agua es un 30% mayor al recomendado

Aunque el 2023 arrancó con lluvias abundantes que trajeron un poco de alivio a un verano intenso en la ciudad, Obras Sanitarias Mercedes (OSM) alertó sobre la necesidad de no relajarse con los cuidados del agua, sobre todo ante la proximidad de una nueva ola de calor. El consumo, aseguran, es un 30% mayor al recomendado.

“De acuerdo a lo que muestra el pronóstico, tenemos una semana de altas temperaturas y de muy escasas precipitaciones. Por lo que el sistema de producción se ve exigido al máximo”, sostuvo Sergio Galera, el coordinador técnico del organismo estatal.

Es que la crisis hídrica que vive la provincia no se terminó con los aguaceros que cayeron en Año Nuevo. “Realmente para que aumenten la cotas de los diques debería llover durante meses de manera constante, porque venimos de una gran sequía en los últimos años", señaló.

Según los registros de la entidad, esta temporada en Villa Mercedes la demanda de agua es superior a la aconsejada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El organismo internacional señala que cada ciudadano necesita (hay pequeñas variaciones en función del clima en el que habite) un promedio de 250 litros por día, entre lo que ingiere y los que usa para el resto de sus tareas domésticas, como la higiene. “Calculamos que estamos excedidos en 80 litros por habitante”, planteó Galera.

Según la Red de Estaciones Meteorológicas (REM) de San Luis, desde hoy hasta el fin de semana se esperan temperaturas de entre 38 y 40 grados en la localidad, lo que hace que el requerimiento incremente por la necesidad de refrescarse.

“Es necesario cuidar el recurso y usarlo de manera exclusiva para consumo humano. Hay que tratarlo como a un alimento. Y debemos tratar de evitar al máximo el riego de plantas, el llenado de piletas, el lavado de vehículos y el baldeado de veredas”, explicó el funcionario.

El coordinador técnico dijo que San Luis Agua cumple con entregar la cantidad necesaria de líquido desde el río Quinto, que luego pasa a los sistemas de potabilización que, aseguró, también funcionan a pleno: son las plantas del dique Vulpiani y de La Ribera.

Como la red de distribución trabaja por gravedad, las partes del terreno que están más elevadas son las que más sufren cuando hay demandas demasiado grandes. “No tenemos ningún sector que esté sin agua, pero lo que falla es la presión”, agregó.

El cuerpo de inspectores continúa con el control de los posibles derroches. "Realizan una primera advertencia para concientizar y ante la reincidencia, labran el acta", aclaró, y dijo que las cuadrillas trabajan también para solucionar posibles pérdidas en las cañerías.