Los afectos naturales en su máxima expresión

El redescubrimiento de un puñado de poemas escritos hace unos seis años llevó a Sebastián Sosa Ojeda a imaginar sensiblemente la infancia y el devenir adolescente. Entre campos sembrados y un paisaje natural, el autor se preguntó: ¿qué son capaces de hacer dos varones a solas? en su segundo libro escrito, aunque el primero editado, “Arquitectura de los afectos”. El poemario recibió una mención honorífica del Premio Nacional de Poesía Alfonsina Storni 2022.

La presentación del libro en Buenos Aires se realizó el fin de semana pasado en la Casa Patria Grande, en Ciudad de Buenos Aires, y el viernes a las 14 será la premiación en el Salón de Honor del Centro Cultural "Néstor Kirchner", como parte del festival Poesía Ya! que se realiza en el complejo cultural.

Puntano de nacimiento y riocuartense de corazón, el joven escritor estuvo inmerso en la escritura desde siempre. Como profesor de Letras en escuelas públicas desarrolló un vínculo sensible e interesante con la palabra que lo llevó a escribir mucho, aunque confesó que muestra muy poco de lo que hace.

“Este libro es volver a imaginar una geografía y un universo popular donde aparecen los campos sembrados, algo de Gilda, de Evita  y también la sensibilidad y los vínculos primarios con padres, con la abuela, la madre y en medio la naturaleza desbordante, rural, apegada a ese paisaje, la montaña y el girasol”, explicó Sebastián.

Según comentó el autor sobre su libro, la voz del niño crece a medida que avanza el poemario y se encuentra con un despertar o la búsqueda de un deseo sin prejuicios. Justamente eso destacó el jurado para la mención.

Sebastián consiguió un sutil trabajo poético sobre el homoerotismo, "esa búsqueda de exploración de dos cuerpos de varones que origina una pregunta que hay en un poema". Al puntano le interesaba descubrir la fuerza de lo que está oculto, pero que a la vez es extremadamente visible y natural.

El paisaje rural sirve de escenario, no solo para hacer y responder la pregunta que ronda por "Arquitectura...", sino también para exponer lo despiadado de lo natural, "lo que no tiene forma, lo que está por formarse y las posibilidades que deja. Así que hubo bastante exploración en eso y en conocer la escritura como una posibilidad de sanar lo que por mucho tiempo estuvo herido”, detalló.

El libro reúne algunos poemas que fueron la piedra fundacional de la literatura de Sosa Ojeda, otros reescritos y varios nuevos. “Todo eso tuve que hacer para armar este artificio, porque creo en la poesía como algo artificial, porque nadie espera un poema mío. Nos empujamos a la poesía, tanto para escribirla como para leerla, y creo que ese carácter, inútil para un mundo capitalista, es lo que la engrandece y la embellece, capaz que por eso escribo también”, reflexionó el autor.

El hecho de que hayan premiado su libro con la única mención honorífica que tuvo la segunda edición del certamen llena de ilusión y de una enorme alegría al poeta puntano y el premio se convierte en combustible necesario para continuar con la producción poética.