"Hualtarán: montaña de sangre" se presentó en Tecnópolis

Gracias a un puñado de artistas de la provincia, los paisajes áridos y colorados de la Sierra de las Quijadas se instalaron por poco más de una hora en cercanías de la Ciudad de Buenos Aires. “Hualtarán: montaña de sangre”, una pieza que explora con la danza teatro una situación histórica y actual del territorio puntano, se presentó en Tecnópolis gracias al programa “Situar danza”.

Con varias funciones en la provincia —de hecho, participó en la Fiesta Provincial que se hizo en abril—, la pieza del grupo “Tríada” es una experiencia inmersiva ideada por Hernesto Mussano que llegó por primera vez a la capital nacional en una interpretación que el director consideró “la mejor que hemos dado hasta ahora”. Y eso que la compañía tuvo que representar la pieza con algunos elementos inusuales.

“Tecnópolis es una ciudad cultural por la que transitan miles de personas y hay una simultaneidad de acontecimientos impresionante. Eso genera un contexto de mucho ruido, de mucha invasión sonora que, en el caso de nuestro espectáculo, acostumbrado a la privacidad y el silencio, potenció la expresión”, dijo Mussano, quien observó la función desde el elevado sector de la técnica.

El director consideró un honor participar de la convocatoria federal de “Situar danza”, a la que calificó como una lucha política que desarrolla hace años la danza teatro, aunque los miembros del grupo prefieren llamarla “danza extendida”. “Me parece muy importante —dijo— aportar un hecho artístico a esto, que va cobrando cada vez más fuerza a nivel nacional”.

El hecho de que la obra representante de la provincia en la ocasión haya sido “Hualtarán…” —que desde el nombre tiene un sentido identitario— tiene una connotación especial para “Tríada”. “La pieza refleja muy específicamente la realidad de un territorio, tanto histórico como actual, que tiene que ver con hechos que repercuten en la actualidad en un marco de conflicto, de tensión permanente”, agregó Mussano.

En el mismo sentido se pronunció Carlos Villegas, actor de la obra y responsable de hacer los textos en huarpe, en honor a sus raíces. “Esta propuesta es muy interesante, a nuestro entender, porque los abordajes o las miradas que hay del pueblo indígena huarpe sobre ese territorio son muy valiosos en estos momentos donde ecológicamente son necesarias las miradas y esas relaciones con la naturaleza, tan sensibles, tan espirituales y tan profundas”.

El intérprete y bailarín agregó que el hecho de llevar una obra con vínculos tan sanos y profundos con los pueblos indígenas a Buenos Aires fue un desafío que los dejó con la alegría de saber que una temática tan localizada para ellos tiene el mismo nivel en las grandes ciudades.

Otro aspecto que coincidieron en destacar Mussano y Villegas de la función del domingo fue la presencia de muchos puntanos que viven en Buenos Aires y que se acercaron a Tecnópolis atraídos por la posibilidad de ver una obra de su provincia de origen. “Tanto ellos como muchos amigos actores y directores que tengo aquí, donde viví 30 años, quedaron muy satisfechos con la propuesta”, dijo Mu-ssano, todavía desde Buenos Aires.

Además del director y de Villegas, compusieron la delegación puntana las actrices Valeria Bruna, Kitty Ochoa, Claudia Mendoza, Nazarena Garcés y el escenógrafo Guillermo Mathieu.

Redacción/ALG