Robó dos veces en 48 horas y, cuando iban a detenerlo, dijo que se mataría con un alambre

Milton Funes vive al límite o, mejor dicho, no tiene límites. Según las pruebas que los fiscales de Villa Mercedes Daniela Torres y Alberto Orellana recolectaron hasta el momento, la tarde del viernes se metió en una casa y se llevó de allí todo lo que pudo. Al día siguiente, sorprendió a dos mujeres en la calle y les robó dos teléfonos. En la huida, ingresó a varios domicilios. Cuando la Policía lo interceptó, estaba en el techo de una casa y, desde arriba, les lanzó una amenaza con tal de evitar el arresto. Les dijo que si daban un paso más se suicidaría con un alambre. Pero finalmente demostró que no hablaba en serio y lograron arrestarlo sin que llegara a herirse.

Este martes, la jueza de Garantías Mirtha Ucelay hizo lugar al pedido de prisión preventiva de la fiscalía y el joven de 30 años fue enviado al Penal por los siguientes cuatro meses. Allá se reunirá con "El Bahiano", su hermano, condenado por otro delito.

Funes fue imputado por "Robo calificado por efracción" y "Robo simple". En la audiencia de formulación de cargos, los fiscales repasaron que el primero de ellos sucedió el viernes, alrededor de las 13:30. Cuando la víctima regresó a su casa, supo de inmediato que le habían robado, porque su interior estaba revuelto.

Luego, desde la aplicación móvil de sus cámaras de seguridad, descubrió que había sido un ladrón el que había entrado. En el video de su sistema de seguridad quedó grabado cuando el delincuente le sustraía una bicicleta, un taladro, un rotopercutor y el DVR de la videocámara para evitar que el saqueo fuera filmado.

Explicaron que para entrar a la vivienda rompió la ventana del living comedor y dobló el pistillo. Después arrancó los cables de las cámaras de seguridad.

Al día siguiente, cerca de las 20:30, sorprendió a dos mujeres a la salida de un supermercado, en Guayaquil y León Guillet. Le robó la cartera a una de ellas. Le arrancó el bolso de las manos con tanta fuerza que le rompió la correa. Adentro había una billetera, un monedero con dinero y dos teléfonos, pero lo único que le interesó llevarse fueron los celulares. Después se dio a la fuga.

En la huida, un testigo lo siguió durante varias cuadras. Así supo que llegó hasta Guayaquil y Edison. En el camino, tiró los teléfonos y se metió en varios domicilios. Pero finalmente la Policía lo detuvo en Leonismo Argentino y Ameghino.