Las cuerdas y la música de cámara vuelven a la provincia

Formados en la misma nota de la Filarmónica de Río Negro, Mauro Sarachian y Ramiro Zárate Gigli se conocieron gracias a su talentosa ejecución del violonchelo, el instrumento que los llevó tiempo después a conocer muchas ciudades de Europa y participar en destacados festivales argentinos.

Luego de disfrutar de guitarreadas eternas después de cada concierto junto a la Filarmónica y ser destacados por su director por su talento, la dupla decidió volar por sus propios medios y formó “CheChelos”, un dúo que une las cuerdas y la música de cámara con lo más popular del folclore argentino.

Este viernes, después de seis años sin visitar la provincia, el dúo regresa a Merlo para presentarse en El Barcito de Fermín con un repertorio que promete muchas visitas y una hora y media de música de alto nivel. El concierto comenzará a las 21.

Las vidas de Mauro y Ramiro coincidieron en Río Negro; sin embargo, tienen mucho trayecto de formación recorrido anteriormente. Sarachian estudió en un conservatorio de Bruselas, mientras que Ramiro trabajó en la Orquesta Sinfónica de Neuquén.

El ámbito natural donde se movían como chelistas era el teatro, hasta que un día experimentaron ir hacia otros ambientes más populares, donde la gente pueda levantarse de sus asientos y bailar el repertorio que proponen.

Cuando decidieron nombrarse como “CheChelos” estaba de moda en el mundo el dúo “2Cellos”, que se dedicaba a versionar piezas de rock con sus violonchelos. “A la gente que nos rodeaba le gustaba muchísimo esa propuesta y nos entusiasmaron para que hagamos lo mismo, pero con canciones del folclore argentino. Comenzamos a tocar y el público nos hizo sentir que despertamos cierto orgullo”, contó Ramiro en una charla con etc.

La rueda comenzó a girar y en 2017 fueron consagrados como Revelación en el Festival de Cosquín. Para los músicos todo se tornó más profesional y decidieron tocar en otras peñas y festivales del país.

Al 2023 lo terminaron con una gira que los llevó por 24 ciudades europeas, donde realizaron 16 conciertos.

Para continuar con la senda, este año los recibió con conciertos en todo el país, entre ellos la participación que tuvieron en el festival de Cosquín cuando fueron invitados por el riojano Emiliano Zerbini a compartir escenario. 

“Nos entusiasmó la idea de tejer un puente entre dos mundos diferentes. En nuestro repertorio hay piezas de cámara bien arregladas y sutilezas por todos lados; pero a la vez con swing, con onda y mucho power. Tenemos un sistema de amplificación para los violonchelos que suena fuertísimo y atraviesa el corazón con cada nota”, explicó Zárate Gigli.

Dos cosas que están muy marcadas en los conciertos de “CheChelos” son la parte instrumental y la vocal. El dúo interpreta temas conocidos como la chacarera “La juguetona” o la zamba “La tempranera”, canciones que, según explicó Ramiro, les permite jugar con los arreglos y las melodías. 

“CheChelos” rescata y les brinda homenaje a compositores amigos como José Luis Aguirre, "Pachi" Herrera o Ramiro González. “Todo lo que hacemos son canciones que se pueden bailar y a su vez, a los que les gusta más escuchar y distinguir cada arreglo instrumental, lo pueden disfrutar desde la comodidad de su asiento”, contó el músico, que junto a su compañero fundó “La Peña de CheChelos” en Buenos Aires.