San Luis FC abre sus puertas y se transforma en un semillero regional
El lunes debutó en Primera una chica de 16 años que en abril llegó desde San Juan. Hizo el gol del empate con el que salvó en invicto. Hay un proyecto y un proceso que da pasos seguros.
San Luis Fútbol Club abre puertas para las futbolistas de todos los rincones de la provincia y, a la vez, se transforma en el trampolín en el que las jugadoras de toda la región buscan mostrar su talento.
En este 2024 el club, recientemente ascendido a Primera A, tenía que presentarse en Juveniles con Sub 14, Sub 16 y Sub 19. El semillero de sanluiseñas que venían entrenando empezaron a cristalizar su sueño y lo mismo sucedió con valores de Cuyo y de diferentes puntos del país que vieron en San Luis FC una enorme posibilidad deportiva.
Basta repasar lo sucedido el lunes para entender el éxito del proyecto y del proceso. Por la primera fecha del torneo de Primera División, las “Pibas” recibieron a Huracán. Sin el respaldo económico del Gobierno, lo que generó la partida de tres jugadoras que habían llegado como refuerzo en el Apertura; con tres pilares del plantel lesionadas (Amira Camargo, Marianella Suárez y María Miranda); y con la firme convicción de que el camino es mostrar cada vez a más jugadoras del club, el equipo salió a jugar con seis puntanas entre las 11 titulares, y entre las suplentes empezó a notarse la posibilidad de las juveniles, entre ellas Eugenia Balmaseda y Rocío Duvara, convocadas por primera vez, y Evelyn Choque, en su segunda oportunidad.
Eugenia, de la Sub 16, llegó en abril desde San Juan para sumarse a las inferiores. Y el lunes debutó a los 21 minutos del segundo tiempo.
Sin pesarle el estreno, se paró de volante central y jugó con la personalidad que suele tener una futbolista con recorrido. Buen panorama, buena técnica y bien posicionada. Como si fuera poco, el partido se iba y con él se escapaba el invicto de 12 partidos.
Huracán ganaba 1 a 0. Iban 47 minutos. Quedó un tiro libre cerca del banco de suplentes que da al norte, en el estadio provincial, y la pibita de camiseta número 28 le pegó firme, con dirección y precisión.
“Busqué el segundo palo”, cuenta. Y la pelota se metió en ese sector, entre el guante de la arquera, el palo y el travesaño. Golazo, 1-1 y al ratito, final del partido.
“Empecé a los 6 años jugando con varones y a los 12 ya en inferiores no podíamos jugar mixto y me fui a Sportivo Desamparados. Me formé un par de años y en abril me vine detrás de mi sueño a San Luis”, le cuenta Eugenia a El Diario de la República.
La pibita todavía tiene la emoción encima. Las lágrimas de alegría están marcadas en sus cachetes. Acaba de descolgarse del alambrado y de festejar con su papá Vicente, mientras mamá Adriana mira, fascinada, unos escalones más arriba en la platea cubierta del “Funes”.
Vinieron desde San Juan para acompañarla. “Cuando me dijeron de entrenar con la Primera no lo podía creer; dejé de tener vacaciones para buscar esta posibilidad y se me dio”, cuenta sobre la semana previa al debut.
El director técnico Matías Fernández fue quien la buscó en la vecina provincia y Eugenia cuenta qué le dijo antes de mandarla a la cancha. “Que confíe en mi capacidad, que juegue tranquila y que vaya buscar el resultado”.
Fernández, el DT, analiza: “En San Juan jugaba de extremo, me pareció que acá, trabajándola de 5, por el trato de pelota que tiene sería más productiva arrancando unos metros más atrás. Tiene muy buena pegada”.
Fue debut en Primera de AFA con 16 años y gol del empate. Soñado: “Estoy muy contenta, fue por lo que trabajé todo el tiempo y se lo quiero agradecer a mis papás que me bancan siempre, y a las chicas que vinieron a alentarme”, cuenta Euge y habla de lo que representa San Luis FC: “Es un club muy generoso y muy amigable; desde que llegué me trataron muy bien y me acompañaron mucho. Me dieron la confianza para que pueda entrar”. San Luis FC crece puertas adentro y se transforma en un semillero de las futbolistas de la provincia y de toda la región, que ya brillan a nivel nacional.


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