"La naturaleza me inspira desde siempre"
El nuevo proyecto de la cantante radicada en Traslasierra se llama "La trama del viento" y tiene su debut absoluto en Merlo, el viernes, con una mercedina en sus filas. Canciones naturales para rituales y tormentas.
Sobre el final del año, Sol Burgos tiene un inicio que celebrar. El de “La trama del viento”, un cuarteto de mujeres que se formó en el monte cordobés y que tendrá su primer recital el viernes en La Casa del poeta de Merlo, a partir de las 20.
En realidad, los espectáculos que pretende brindar el conjunto tendrán a la música en el centro aunque rodeada de otras artes performáticas como el baile, las proyecciones, el vestuario y algunas visuales que acompañarán las canciones. “Le llamamos concierto ritual porque la puesta en escena también es importante”, aseguró Sol, quien con “La trama...” vuelve a hacer música en grupo tras una etapa solista.
La cantante sintió nuevamente el impulso de tocar sus canciones con otras personas y el primer deseo fue armar un grupo de mujeres. Así fue que convocó en principio a Violeta Jofré y Malén Martínez, con quienes hizo una presentación informal en una librería de Traslasierra, donde Sol se radicó hace cinco años.
El show fue escuchado por la percusionista villamercedina Betiana Vasalla, quien de inmediato se acercó para invitarse a los ensayos. “Al poco tiempo –rememora la cantante- ya estábamos haciendo canciones nuevas y nos decidimos a salir”.
"La trama del viento" no hubiera sido posible de no ser por la decisión de Sol de radicarse en Las Chacras, un pueblo de Traslasierra, aunque mucho de esa determinación estuvo marcada por las circunstancias. Antes de la cuarentena, y sin saber lo que le esperaba al mundo ni a ella, Sol compró con su compañero de entonces una combi a la que acondicionaron para salir de viaje. "Nuestra idea era viajar por todo el país".
Así fue que la cantante dejó Haedo, en el agitado oeste bonaerense, y tomó como primer destino Esquel, en la Patagonia, el sitio donde los sorprendió la cuarentena. Pero no fue ese el único cambio para la pareja: al poco tiempo Burgos quedó embarazada de Lúmina, una nena que ahora tiene 5 años y la acompaña a todos lados.
Con tantas novedades en el frente, la decisión de Sol era irse del sur. “El abuelo de Lúmina tiene unas cabañas en un pueblito que se llama Corralito, cerca de Traslasierra, que era un lugar que conocía y que me gustaba, como casi todo Córdoba”, contó la compositora.
En paralelo a la gestación de su hija, Sol también preparaba “El fuego que soy”, su primer disco solista que tiene siete canciones con la naturaleza como eje. “La naturaleza me inspira desde siempre, incluso de cuando estaba en la ciudad, aunque en ese momento me costaba mucho vivir rodeada de cemento”.
Otro componente que está desde siempre en la vida de la artista es, por supuesto, la música, que empezó a aprender a los ocho años, cuando le dijo a su madre que quería ser cantante y la mandaron a estudiar piano, sin que haya visto uno en su vida.
A partir de allí comenzó un camino que pasó por el conservatorio, por un grupo que se llamó “Rancho” y con el que mostró sus primeras canciones, por el disco que grabó y ahora por “La trama del viento”, un proyecto que aspira a tener una larga vida.
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