Temen que incendien la casa de un acusado de intento de femicidio
Familiares de Cristian Suárez, acusado de raptar y apuñalar a su ex Paloma Fernández, denunciaron en la Policía que fueron advertidos de un posible ataque contra la propiedad.
La familia de Cristian Suárez, que cumple prisión preventiva por el intento de femicidio de su expareja Paloma Fernández, hizo una denuncia en la Policía de San Luis porque temen que allegados de la joven en un acto de represalias, quemen la vivienda del detenido en la zona norte de la ciudad de San Luis.
Así lo establecieron en una presentación que hicieron en la Comisaría 38, indicando que habían sido advertidos de que un grupo de jóvenes estaban averiguando la ubicación de la casa del procesado para incendiarla. Además, están preocupados por la integridad física del cuidador.
El temor que tienen los familiares de Suárez a que se produzca un acto de venganza por parte de los conocidos de Paloma Fernández, lo sostienen en otro hecho que ocurrió en la propiedad que el procesado tiene en otro barrio de la zona norte de San Luis.
Señalaron en la Policía que en una visita que realizaron a la casa observaron que la reja de la ventana de una habitación había sido cortada y que habían sustraído la documentación del vehículo que está secuestrado y que forma parte de la causa.
También, constataron que fue robado en DVR de la cámara de seguridad de la vivienda.
Rapto y persecución
Desde el 11 de febrero Cristian Suárez está alojado en la Penitenciaria Provincial, acusado de apuñalar a la chica de 18 años, que el domingo 9 de febrero, para salvar su vida se arrojó del vehículo en el que la había raptado cuando transitaban la Autopista de las Serranías Puntanas, en dirección a Balde.
Testigos relataron que ese domingo alrededor de las 7:30, el taxista fue a la casa de la abuela de la víctima, preguntó por ella y se retiró furioso en un Fiat Palio, chocando contra un árbol. Al mediodía volvió y la esperó en la esquina. Cuando Fernández pasó, la tomó del cabello, la golpeó y la obligó a subir al taxi.
Dentro del vehículo, Fernández forcejeó para defenderse. En un momento, Suárez la apuñaló en el abdomen y otras zonas. Desesperada, la joven se arrojó del auto mientras circulaba a una velocidad estimada de 140 km/h.
Como consecuencia de los puntazos que recibió y de los golpes que padeció al golpear contra el pavimento a gran velocidad, durante su internación en cuidados intensivos, Paloma sufrió un aborto espontáneo y perdió un embarazo de cuatro meses.
La jueza Agustina Dopazo Samper lo imputó por homicidio doblemente calificado en grado de tentativa, aborto, resistencia a la autoridad e incumplimiento de una orden judicial.
El 10 de diciembre de 2024, Fernández lo había denunciado por agresión física y psicológica, obteniendo una orden de restricción de acercamiento vigente por seis meses que Suárez no acató.


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