28°SAN LUIS - Martes 16 de Septiembre de 2025

28°SAN LUIS - Martes 16 de Septiembre de 2025

EN VIVO

Vivir en Argentina

Leandro Cejas, estudiante del profesorado de Historia del Instituto de Formación Docente Continua San Luis, nos hizo llegar el siguiente texto para compartir con nuestros lectores.

Por redacción
| Hace 3 horas

Escribir no siempre es un acto literario: muchas veces es un grito. Esta narración nace de la rabia, de la tristeza, de la desazón que implica vivir en un país tan contradictorio como Argentina. No es un análisis académico ni una guía de soluciones, mucho menos una intención política, es una catarsis. Es la necesidad de contar cómo se vive, lo que significa despertarse todos los días en medio de un sistema que se repite en errores, injusticias y frustraciones.

 

Quien lea estas páginas se encontrará con la historia de una vida, pero también con la historia de millones. No pretendo convencer ni consolar; solo mostrar lo que somos y lo que cargamos. Argentina no se explica: se padece, se sufre, se sobrevive. Y, de alguna manera, también se ama. Este es mi testimonio.

 

Quizá no sea el único país donde se viva de esta manera. Estoy seguro de que hay lugares peores, pero también sé que hay muchos mejores. Argentina es un país que lo tiene todo: extensión, climas diversos, todos los relieves, recursos naturales inagotables. Sin embargo, la gente vive mal, vive triste.

 

Y acá me posiciono yo, desde la sensación constante de que nada de lo que hagas tiene sentido. Gobierne quien gobierne, lo único que se repite es la estafa. Cada cuatro años se vuelve a empezar de cero, como si todo lo anterior hubiera estado mal, y así llevamos décadas. Estudiás, pero es en vano, porque el sistema no valora el esfuerzo: pone trabas, burocracia, obstáculos en cada paso. Querés abrir un comercio, y mucho de lo que generás se lo lleva el Estado. Y ni hablar de los papeles, las reglas absurdas y la maraña en la que te enredan.

 

Un sueldo miserable, una vida endeudada, el deseo postergado de conocer lo que es cenar con tu familia en un restaurante, irte de vacaciones, comprarte algo sin culpa. Vivir, mínimamente, con dignidad.

 

Y así vivo, endeudado, desganado, sin ánimos. Duermo seis horas por día y el resto se me va entre trabajos y estudios. Eso no es vida.

 

Miro alrededor y veo abuelos sin una vejez digna, hospitales sin insumos, profesionales que trabajan con lo justo. Y entiendo: este sistema enferma a todos, nos hace hacer las cosas a medias, y eso que hacemos mal repercute en el otro, que a su vez nos lo devuelve. Somos como un agujero negro que se chupa a sí mismo, un círculo vicioso de negatividad.

 

Mientras tanto, una minoría la pasa excelente. Afuera, padres que trabajan doce horas por día, gente que apenas sobrevive, y un ánimo colectivo tan aplastado que ni ganas dan de decir “buen día” cuando entrás a un negocio.

 

Veo cómo en otros países la gente se preocupa por problemas que, desde acá, parecen ridículos. Para ellos, la respuesta es tomarse quince días de vacaciones en otro país. Para nosotros, la respuesta es encerrarnos en casa, tomar un mate o un té, y comer lo que haya. Ellos son dueños de sus vidas —al menos dentro del margen que les permite el orden mundial—, pero ese margen es tres o cuatro veces más grande que el nuestro.

 

Un docente, un policía o un médico cobran cien veces menos que un youtuber.

 


No los culpo. Ellos entendieron lo que somos: Una sociedad básica y sin visión.Hay un dicho: “En épocas de crisis, algunos lloran y otros venden pañuelos”. Ellos venden los pañuelos. ¿Está mal? Vaya uno a saber. Muchos seguimos luchando para que al menos la gente sepa por qué respira, aunque cada vez les importe menos.

 

Argentina encuentra su única alegría en el fútbol, y hasta eso es pasajero. Pronto también se hundirá en este desastre mental, emocional y existencial que nos consume.

 

Si sos argentino, me entendés.
Si sos latinoamericano, me comprendés.
Si sos del primer mundo, quizás te sorprenda.

 

Argentina: un país para pocos, arrastrado por todos…

 

 

 

LA MEJOR OPCIÓN PARA VER NUESTROS CONTENIDOS
Suscribite a El Diario de la República y tendrás acceso primero y mejor para leer online el PDF de cada edición papel del diario, a nuestros suplementos y a los clasificados web sin moverte de tu casa

Temas de nota:

    Suscribite a El Diario y tendrás acceso a la versión digital de todos nuestros productos y contenido exclusivo