Cárcel para un joven que violó y golpeó a una adolescente

En un principio, el hombre de 25 años fue investigado por lo que parecía ser, según la denuncia del padre de la víctima, un intento de abuso en Santa Rosa del Conlara. Pero con el correr de la última semana, y las pruebas producidas en ese lapso, quedó demostrado que el imputado llegó a hacer más de lo que se pensaba en un primer momento. No solo golpeó a la adolescente, en medio del ataque para someterla, sino que finalmente consiguió su propósito: violarla. Por eso el juez Instructor, Jorge Pinto, lo procesó y lo envió a la cárcel de San Luis.

El joven, del que no trascendió identidad, fue procesado por "Abuso sexual con acceso carnal". Con los datos recolectados "en el sumario policial parecía tentativa, pero, con el relato de la menor en la Cámara Gesell, el informe de los especialistas de la Cámara confirmó que el hecho se consumó", aclaró el magistrado.

Cuando fue indagado, por sugerencia de su abogado Omar Alcides Becerra, el acusado se abstuvo de declarar. Y, además de solicitar una prórroga del arresto de ocho días, el defensor requirió una pericia psicológica y psiquiátrica para su cliente. El resultado de ese estudio, al parecer, tampoco resultó a favor del imputado.

El ataque ocurrió la madrugada del jueves 17. El lugar preciso donde el joven interceptó a la chica de 16 años no trascendió, pero sí que fue en cercanías de un club de la localidad.

La víctima intentó zafar del agresor todo el tiempo, pero obviamente él la superó en fuerza. Y de una sola patada, en medio del forcejeo, le arrancó un diente a la chica.

Apenas consiguió escapar de las manos de su atacante, la víctima corrió hasta su casa y le contó a su padre todo lo que acababan de hacerle.

El padre la llevó al centro médico más cercano y sin perder un minuto más fue hasta la comisaría y denunció el abuso.

A media mañana, la adolescente fue trasladada de Santa Rosa al hospital de Merlo, para ser revisada por un pediatra.

Identificar y localizar al agresor no fue un problema. La damnificada lo conocía y lo señaló. De hecho, el imputado, a pesar de no haber declarado, había comentado que fue novio o tuvo una relación en el pasado con ella.

Entonces ese jueves, a última hora, los efectivos fueron hasta lo del sospechoso y lo detuvieron. Estaba inmerso en un profundo sueño, a causa de las pastillas para dormir que había tomado.

En el lugar del ataque, hallaron la bufanda de la adolescente y una gorra de hombre, que el denunciante dijo que no era de su hija.