Piden donaciones de leche para darles la merienda a chicos del Eva Perón I
También reciben yerba, cajas de té y de mate cocido para el comedor Los Duendes.
El aumento de precios de los alimentos básicos afecta al bolsillo de todos los ciudadanos, sobre todo a aquellas personas que, además de sus gastos personales, eligen ayudar a quienes más necesitan. Por eso, y frente a la difícil situación económica que atraviesa el país en la actualidad, el comedor Los Duendes pide donaciones de leche para poder brindarles la merienda todos los sábados a niños que habitan en el barrio Eva Perón I y alrededores.
Carina Villafañe, encargada del espacio solidario, le comentó a El Diario de la República que luego de estar más de ciento veinte días sin poder ofrecerles comida a las familias más carenciadas, decidieron volver hace dos semanas para al menos brindarles una taza de leche a los chicos.
“Para darles de comer, como hacíamos antes, ya no nos alcanza, pero por lo menos queremos colaborar con una chocolatada para los chicos de la zona”, expresó Villafañe.
Además de algo caliente, también les ofrecen clases de apoyo escolar que dicta un grupo de estudiantes de Trabajo Social de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL).
“Los universitarios nos motivaron e impulsaron para que podamos volver; además de la ayuda escolar, también nos colaboran consiguiendo leña o lo que nos haga falta para recibir a los niños”, manifestó la encargada.
Los que deseen donar pueden llevar la leche al pasaje Manuel Rodríguez lote 62 entre las calles Guido y Besso del barrio Eva Perón I, o comunicarse al teléfono 2657656812. También reciben yerba, cajas de té y de mate cocido.
“Hoy va a ser una jornada muy amena porque vamos a hacer un taller donde armaremos regalitos para el Día del Padre. Este tipo de actividades emociona y alegra a los que asisten. Personalmente, es muy gratificante ver las caritas llenas de felicidad de los más pequeños”, dijo la referente.
Aseguró que nunca recibieron ayuda del Estado y que siempre se han sustentado a pulmón, gracias a la colaboración de la comunidad mercedina.
“Invitamos a todos a que se acerquen al comedor para que puedan ver que todas las cosas que donan llegan realmente a las personas que necesitan”, concluyó.
El espacio solidario comenzó hace cinco años y llegó a atender a más de setenta familias; sin embargo, en octubre del año pasado debieron frenar por la crisis económica. En la actualidad asisten a cuarenta y cinco chicos por sábado.
Además de darles un alimento, buscan que el espacio sirva de contención para que los pequeños de ese complejo habitacional y sus alrededores no estén en la calle y tengan un lugar adonde ir y compartir una tarde con sus pares.


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